Trauma por aquí, trauma por allá…es algo que leemos mucho y escuchamos y ¡menos mal que es así! Si no fuera por conocer qué es el trauma y como opera en mi cuerpo seguiría atrapada en mis bucles una y otra vez.
La palabra trauma deriva del griego y su significado es HERIDA.
Me encanta esta relación ya que con el trauma pasa igual que una herida en el cuerpo… si no se ve y se atiende correctamente, esta herida puede provocar otros síntomas, puede doler cada vez más, crear heridas nuevas, pudrirse y supurar…sé que no es agradable esta comparación. Pero para mi es lo mismo, sólo que la herida se produce a unos niveles que no podemos ver a simple vista pero si sentir y experimentar las consecuencias.
Antes de nada decirte que TODAS LAS PERSONAS TENEMOS TRAUMAS. El simple hecho de nacer resulta traumático.
Trauma es LO QUE OCURRIÓ dentro de ti, en relación a una experiencia externa. Según el estado de tu sistema nervioso, tu energía y tus recursos disponibles tuviste o no la posibilidad de superar/transitar esa experiencia.
Cuando no tenemos esos recursos, somos demasiado pequeñas o la situación es demasiado puede convertirse en una experiencia no procesada lo que da lugar a Trauma.
Creemos que por ejemplo si no hemos vivido situaciones como una muerte de un familiar repentina, accidentes de tráfico o abandono explícito por parte de nuestros padres no tenemos trauma, y eso no es así. Quiero que pienses como una niña, con el sistema nervioso de una niña, el cuál está regulado según el sistema nervioso de sus padres… El simple hecho de que tus progenitores no supiera autoregularse ya nos genera trauma.
Para entender como funciona el Trauma es muy interesante poder observar la naturaleza. Los mamíferos concretamente tienen una gran capacidad de liberar la carga muscular y hormonal que genera enfrentarse a un detonante traumático, normalmente es a través de la parálisis, seguida del temblor muscular en algunos casos. Nosotras estamos domesticadas y cada vez más desconectadas de esta capacidad natural de procesar el trauma, pero todo se puede reprogramar.
El conocer cómo funciona tu sistema nervioso, cuales son tus respuestas comunes ante los detonantes , prácticas somáticas para liberar y gestionar las emociones…son algunas de las cosas que te pueden ayudar a reprocesar el trauma y a no dejar que condicione tu vida sin darte cuenta.
El trabajo de trauma es el camino de la compasión hacia ti misma y tu historia personal. Pero recuerda, tú no eres tu herida. Aprendamos a verla, llorarla, honrarla y sólo así se convertirá en cicatriz.
Los días 12 y 19 de Diciembre voy a estar ofreciendo un Ciclo de 2 talleres ONLINE «LA HERIDA SABIA | TRAUMA, CODEPENDENCIA Y NIÑA INTERIOR»
Un viaje de 2 semanas juntas donde vamos a aprender a regular nuestro sistema, traer luz a nuestras heridas y rescatar nuestra parte más auténtica.
¡Te dejo aqui abajo toda la info!
Laura.
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